viernes, 2 de abril de 2010

Todo sucede "para" algo...

Al enfrentarnos a determinadas situaciones, generalmente uno tiende a preguntarse “por qué” pasa esto, en este momento y bajo esas circunstancias.
En mi experiencia personal, he aprendido a preguntar “para qué” pasan las cosas, en lugar de “por qué”.
La diferencia de esas dos expresiones (“por qué”, “para qué”), es que una le atribuye causalidad y la otra propósito. Para mí las cosas no pasan por una causa (porque las cosas debían ser así, porque era necesario, porque se veía venir...), sino más bien con un propósito (para crecer, para cambiar, para mejorar...), que muchas veces nos cuesta entender o ver en el momento, y que sólo el tiempo hace posible que quede claro.
En mí, eso refiere a "intentar" (cuestión que no siempre logro) no ver las causas del pasado, sino las perspectivas de futuro.

No hay comentarios:

Publicar un comentario