domingo, 25 de abril de 2010

Dos ranas en el hoyo...

Transcribo textualmente una entrada que encontré en otro blog en Internet.
Fue escrito por una persona con la que tuve el placer de estar en contacto años atrás.

"Un grupo de ranas viajaba por el bosque y de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.Cuando vieron cuán hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas que, para efectos prácticos, se debían dar por muertas. Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras ranas seguían insistiendo en que sus esfuerzos serían inútiles. Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible. Una vez más, la multitud de ranas le gritaba que dejara de sufrir y simplemente se dispusiera a morir. Pero la rana saltó cada vez con más fuerza hasta que finalmente salió del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le preguntaron: ¿No escuchaste lo que te decíamos? La rana les explicó que ella era sorda, y pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
Ésta historia contiene dos lecciones:
1. La lengua tiene poder de vida y muerte. Una palabra de aliento compartida a alguien que se siente desanimado puede ayudar a levantarle y finalizar el día.
2. Una palabra destructiva a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que acabe por destruirlos.
Tengamos cuidado con lo que decimos. Hablemos de vida a aquellos que se cruzan en nuestro camino. El poder de las palabras es tanto, que a veces es difícil de comprender que una palabra de ánimo pueda hacer tanto bien. Cualquiera puede hablar palabras que roben a los demás el espíritu que les lleva a seguir en la lucha en medio de tiempos difíciles, en especial, es el individuo que se da tiempo para animar a otros".

Autora: Linda Edith. Puerto Rico.

Fuente:
http://iglesia-evangelica-la-paz.blogspot.com/2008/03/dos-ranas-en-el-hoyo.html

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