martes, 30 de marzo de 2010

Hablando de cine catástrofe y otras yerbas...

El año pasado (y acá es donde se confirma mi rápida respuesta) me pasaron un link a un video que está muy bueno (siempre y cuando les guste la ciencia ficción y/o el cine catástrofe).
Acá se los dejo:
Espero que lo disfruten...

Y después, qué paso?...

Y después pasó lo que le pasa a muchas personas que se sienten lastimadas, heridas y/o amenazadas: me encerré en el “cascarón”; en ese lugar de seguridad, confianza y certidumbre, que resguarda (hasta cierto punto) de los “ataques” externos.
Me dediqué a ser madre, a trabajar y estudiar para forjar un futuro para los dos, sin arriesgarme mucho, sin conocer demasiada gente nueva, tratando de moverme en ámbitos donde no me expusiera a ciertos riesgos, colocando una fortaleza bien alta entre mi ser y el mundo que me rodeaba, con la coraza de mujer “segura”, “firme”, “de bajo perfil”, etc., etc., etc.
De ahí, que luché “con uñas y dientes” por preservarnos de una sociedad injusta, que rotula y discrimina al que no sigue las reglas, yendo contra la corriente de todos aquellos que no creían que pudiéramos salir adelante, enfrentándome a quienes trataron de encasillarnos en situaciones pre-establecidas que no auguraban un buen destino.
Es así, que me costó años ir abriendo ese “cascarón” de aislamiento, y lo sigo haciendo muy de a poco: despacito y con desconfianza (tal vez el decidirme a escribir en este blog, sea una forma más de ir sacando la cabeza al mundo exterior).
Pero tengo la dicha de poder decir, que cada vez que me he animado y he dado un paso fuera de ese espacio, me he encontrado con gente hermosa (también existen de las otras, pero hoy prefiero ver el “vaso medio lleno”, pues como dice una de esas personitas especiales con las que me he cruzado en esta vida: “es una cuestión de actitud”).
Y en eso me encuentran hoy, “aprendiendo a caminar de nuevo”, sin claudicar nunca frente a los obstáculos, peleando incesantemente por concretar algunas de las metas que nos hemos planteado y que estoy segura vamos a alcanzar.

Lo prometido es deuda 2...

Me había quedado un pendiente, que lo estoy escribiendo por segunda vez, puesto que le encontré un error al funcionamiento del editor de texto del blog, que hizo que lo que anteriormente había escrito al respecto, desapareciera. Solución a futuro: escribir en un procesador de texto, después copiar y pegar acá (otra vez no quiero que me pase lo mismo, jeje). Ahora trataré de reconstruir lo que había puesto.

En una entrada anterior, había dicho que iba a explicar un poco por qué consideraba que mi vida era como de ave fénix.
Siempre he sido una persona sentimental, sincera, llorona, luchadora y soñadora; enfrentar los cambios (sean positivos o negativos) y las pérdidas, me cuesta un montón, me desestabilizan pila… Soy de esas personas que precisan pisar sobre suelo firme, tener todo planificado y bajo control (no por controladora, sino por previsible). Preciso tener claras las metas, saber cuál es el camino, prever las piedras y obstáculos con los que me puedo enfrentar para ya irme mentalizando respecto de qué hacer.
Pero ¿a quién le quiero mentir? Sabemos que la vida no es así; sería muy aburrido tener todo pautado de antemano ¿no? Precisamente, esas circunstancias que nos desafían con sus sacudones, giros y sorpresas, es lo que hacen a la vida divertida de vivirla y disfrutarla; asimismo es lo que nos permite crecer al enfrentarnos a situaciones adversas.
Es así que, y volviendo un poco al tema (dado que me fui por las ramas), en varias oportunidades durante la niñez y la adolescencia se me “sacudió la estantería” con importantes “terremotos existenciales”.
Como los cimientos de esta estructura son mis afectos y el motor que la hace funcionar son el cariño, apoyo, comprensión y aceptación, quisieron las circunstancias que todo se derrumbara y que mi vida quedara hecha cenizas. Esto no pasó de un día para el otro: haciendo un paralelismo con los terremotos, existieron varios sismos principales que debilitaron todo; después las sucesivas réplicas se encargaron de tirar abajo lo que ya estaba dañado.
También acompañado, de que por aquellos tiempos estaba rodeada de relaciones llenas de frivolidad (no todas, pero sí la mayoría); mucha vida social vacía; excesiva apariencia y poca sustancia.
De ahí que, junto a algunos cimientos que se mantuvieron en pie, gracias a Dios apareció la “piedra angular” en mi vida, y se fueron sumando otras personitas que se cruzaron en el camino; con quienes poco a poco, en base a una importante fe, esperanza, esfuerzo y apoyo, empecé a reconstruir mi existencia nuevamente, creyendo que era factible resurgir de las cenizas tras un nuevo amanecer; donde las lágrimas siempre fueron sanadoras para mi espíritu y un desahogo para mi alma. Es por todo esto que asimilo mi vida a la del ave fénix.
Siendo plenamente consciente de que no soy la única que ha atravesado por circunstancias difíciles, esta es una parte de mi historia.

lunes, 29 de marzo de 2010

Amistad...

Para mí esa es una palabra profunda, que no puede ser tomada a la ligera.
Considero que l@s amig@s son la familia que nos va dando la vida en sus distintas etapas; son regalos hermosos de Dios que acompañan de forma particular nuestros días, brindando ingredientes especiales cada un@ a su manera.
Conozco gente que no cree en la amistad... Y por otro lado, escucho quienes dicen tener "un millón de amigos" jeje
Yo creo que todos los extremos son malos. En ambos casos considero, desde mi humilde punto de vista, que no conocen la amistad verdadera: esa amistad que si no llega a la hermandad, está muy cercana o la sobrepasa ampliamente; es@s amig@s que no importa si comparten las buenas, pero seguro que en las malas están al firme; esas personitas a quienes les podés contar cualquier cosa y venir con cualquier locura, que primero no te van a juzgar, después te van a dar su opinión, y por último te van a decir "yo estoy acá para lo que precises" o "podés contar conmigo"; aquell@s que te aceptan como sos y no te quieren cambiar; l@s que te extienden una mano cuando estás al borde del precipicio; quienes se ríen de tus pavadas y te aguantan los malos humores; l@s que te aceptan las ausencias y olvidos, regocijándose en los reencuentros; son l@s que te "aguantan la cabeza" hasta cualquier hora, incluso bajo distintas condiciones climáticas (frío, calor, lluvia, viento, mosquitos); y te escuchan contarles las mismas cosas mil veces... La lista sigue... y se torna infinita.
Sinceramente nunca fui de tener much@s amig@s, soy de "perfil bajo" como dicen (hasta que me conocen, jaja) y la sociabilidad no es lo mío últimamente. Prefiero poc@s y verdader@s, pero sé que lo son; y por eso me sobran los dedos de las manos para contarl@s y puedo nombrarl@s a tod@s: más chic@s, más grandes, de mi misma edad, con gustos parecidos y diferentes, con intereses diversos, en situaciones distintas, etc.
Pero estas características son anecdóticas nomás, lo destacable es el corazón de cada uno, los sentimientos, los valores, la sinceridad.

Agradecimientos...

En primer lugar, gracias a los que me empujaron a ser parte de este grupo de "locos por expresarse" como dice Juan.
En segundo lugar, gracias por el apoyo y las palabras de ánimo para que lo continúe y le dedique tiempo en la medida de lo posible.
De todo esto, más allá de tener un lugar donde volcar los pensamientos, vivencias, locuras y gustos, entre otros, lo más importante es que aquellas personitas que me rodean lo disfruten, como yo lo hago al escribir.
Espero que así sea...

Maravilloso...


Entre los intereses que tengo, me encanta el tema de los volcanes.
Para los que compartan esta pasión, les recomiendo esta página: http://www.povi.cl/, donde aparece el link para acceder al seguimiento de dos de los volcanes más activos de Chile, donde muestran fotos, cuentan la historia de erupciones, hay cámaras en vivo, entre otros.
Les dejo una imagen bajada de ese lugar que no tiene desperdicio.

domingo, 28 de marzo de 2010

Al fin...

...un sábado y domingo distintos!!!
En la vorágine diaria de compromisos, obligaciones, idas y venidas, uno va perdiendo el disfrute por las pequeñas (grandes) cosas que hacen de la vida algo diferente.
Les puedo decir que este fin de semana ha sido especial (aunque en realidad fue toda una semana "rara").
Fueron días plagados de "terremotos existenciales", de reencuentros, cuestionamientos, alegrías, tristezas, recuerdos, deseos...
Y en eso de disfrutar las pequeñas (grandes) cosas...: rememorar en cierto modo el "ratearse de clase"; tomarse el tiempo para compartir unos mates con amig@s; fumarse algún cigarrito, caminar y hablar para aflojar las tensiones; juntarnos en una cena con toda la familia; pasar momentos junto a mi hijo y mimarlo un poco; salir por salir a tomar algo y comer unas pizzas; sobrevivir a un pijama party de adolescentes, riéndome de sus charlas; hacer unos kilometros de ruta con mis viejos; visitar a una amiga y acompañarla en un día especial; maravillarme de la obra de Dios reflejada en una personita de 15 días de nacida (bienvenida Martina)...
Si esas no son cosas disfrutables, que alguien me diga qué son. Sin embargo, cómo nos olvidamos de verlas en el día a día...

Lo prometido es deuda...

La primera vez que escribí prometí explicar un poco el por qué del nombre del blog.
Cuando por fin me decidí a crear un blog, quería un nombre que realmente reflejara lo que considero que soy y lo que en parte ha sido mi historia.
Pensé varias opciones, desde el seudónimo que usaba cuando era adolescente para mandar a distintos lugares esos poemas que jamás se publicaron, hasta alguna palabra que reflejara más mis intereses actuales por los temas sociales. Sin embargo, en ninguno de ellos me veía realmente representada.
Fue así que recapitulando un poco en mi vida, algo que siempre ha estado presente es la simbología del ave fénix: ese pájaro mitológico que renace de las cenizas, transmitiendo esperanzas de que se puede volver a empezar cuando todo se cree perdido, cuyas lágrimas son sanadoras, y que es asimismo utilizado por los cristianos en un paralelismo con la muerte y la resurrección de Jesucristo.
Ese nombre sí me representa!!! Al fin lo había encontrado. El por qué, vendrá después... (y aquí dejo otro pendiente para más adelante).
Pero no todo terminó ahí: al tratar de poner "ave fénix" (en español, inglés, húngaro, tanganes, chino, etc., etc., etc., jejeje no fueron tantos), esos nombres ya estaban ocupados; "fénix ave" también. Entonces la búsqueda se centró en agregar alguna palabra, que unida a las anteriores, me siguiera representando, sin caer en nada cursi ni soberbio, puesto que ni ahí de ser todo lo que en realidad el "ave fénix" representa.
Y bue, así llega el final de la historia y queda este nombre: vida de ave fénix. En cierto modo mi vida ha sido así... (pero ya prometí que en otra entrada explicaré por qué).

Disfrutable...


En lo personal, considero que no hay cosa más disfrutable, hermosa y placentera que un buen paisaje (ya sea en vivo y en directo o a través de una foto, estos lugares me llenan de paz...).
Por ello comparto estas imágenes de África que me mandaron hace unos días en una diapositiva.
Esta es otra actividad que me gusta: coleccionar fotos e imágenes de paisajes.






























sábado, 27 de marzo de 2010

Y seguimos creciendo juntos...

Quién dijo que ser madre de un adolescente era fácil?
Yo al menos estoy segura que no... y eso que recién empiezo a transitar por esa vía.
Mientras escribo esto, tengo 5 adolescentes disfrutando de un pijama party en un cuarto cercano. Aunque no son muchos, parecen más!!!
Pero saben qué? a mí me encanta ser madre de un adolescente (más allá de que no piense igual todos los días, jeje).
A pesar de que todas las etapas son disfrutables y tienen sus cosas especiales, para mí la adolescencia tiene aditivos impresionantes.
Es increíble la energía, las fuerzas, las ganas, el empeño que ponen para llevar adelante y lograr lo que ellos quieren; sus comentarios, chistes, espontaneidad, sinceridad y demás, son otras de las características destacables y que disfruto mucho. Además el poder conversar de otra manera, el abordar temáticas distintas, compartir ciertos momentos y actividades, yo qué sé, un montón de cosas...
Y todo esto tiene que ver con lo que hace 14 años sostengo: con mi hijo estamos creciendo juntos. Creo que no hay cosa más linda que aprender día a día de las enseñanzas de los más pequeños.
Es cierto que no hay una escuela para padres, pero mucho se puede aprender de los hijos, es sólo permitírnoslo.
En mi caso particular, he aprendido y sigo aprendiendo todos los días.
Pero pienso que la base fundamental para ello es aceptar los errores que cometemos, es bajarnos de ese pedestal de ídolos en que la sociedad nos coloca (por ser padres, por ser mayores, por tener más experiencia, por ser quienes los trajimos al mundo), es quitarnos el disfraz de sabelotodo, es dejar de lado la "perfección", es saber pedir perdón frente a la equivocación.
Nada de lo anterior quita autoridad, creo que añade humanidad, humildad y cercanía...
Aspectos fundamentales para una sociedad sumida en la locura de las corridas, de la inmediatez, de las distancias, del stress...

Qué estoy haciendo???

Bueno, acá estoy, sin poder creer todavía lo que estoy haciendo.
Se puede decir que la concreción de este blog ha sido la consecuencia de una serie de acontecimientos y suaves empujones jeje.
Aún no caigo en que voy a estar escribiendo para no sé quién, cuestiones que por ahí quedan nomás perdidas en el inmenso ciber espacio de esta red sin lugares, tiempos, caras ni nombres... Pero como ya me tiré al agua, y para que me conozcan un poco más, en algún momento de mi vida cuando era adolescente, soñaba con escribir un libro, me encantaba traducir en poemas mis sentimientos y sueños de esa época; tenía la idea de ser una escritora exitosa...
La vida por ahora me ha llevado por otros rumbos, pero nunca se sabe... Se puede decir que hacía años que no escribía por escribir...
Como 5 párrafos han sido demasiados para la primera vez, dejo pendiente para la próxima algo referido a la elección del nombre del blog...