martes, 25 de mayo de 2010

Hay cambios que duelen...

Cuando uno decide enfrentarse a un cambio en la vida, cuando existe la determinación de dejar viejas cosas atrás e ir por nuevas, cuando se está dispuesto a empezar de nuevo, buscándose a sí mismo, yo siento que duele y cuesta...
Cuesta mirar retrospectiva e introspectivamente, cuesta entenderse, cuesta cambiar, cuesta perdonarse...
Duele enfrentar los errores cometidos, duele cambiar la forma de pensar, duele proponerse actuar distinto...
Pero no duele con los otros, cuesta y duele consigo mismo...
Será que uno se acostumbra a cargar con la vieja y pesada mochila, que en cierto punto del camino se transformó en compañera, y ahora cuesta y duele dejarla a un lado para comenzar de nuevo...
Será que es tan fácil hablar, pero tan difícil actuar...
Será que es tan sencillo "aconsejar" a otros a que tiren sus mochilas, pero cambiar la nuestra por una nueva se complica tanto...

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