viernes, 13 de agosto de 2010

El día después...

Y esta entrada no refiere precisamente a la película que lleva ese nombre jeje.
Tiene que ver con "el día después del 12 de agosto": sobreviví al 12 de agosto y eso es mucho decir.
Parece que en una de esas tantas cuestiones curiosas que tiene la vida, ayer era el día designado para que varias cosas importantes para mí se juntaran.
Llegué en una pieza, pero no por eso debo negar que superada, desgastada y agotada, tanto emocionalmente, como física y mentalmente.
Llegué en una pieza, pero hoy mi mente no está tan clara...
Llegué en una pieza, pero hoy mi cuerpo dijo basta...
Llegué en una pieza, pero hoy no tengo los espacios ni la privacidad para darle rienda suelta al volcán emocional interno que contengo dentro...
Llegué en una pieza, pero me siento y me he sentido últimamente muy sola...
Sola..., porque ustedes me conocen, y saben que cuando estoy en este estado, el tomar la más mínima decisión, el afrontar el más pequeño e insignificante inconveniente, el seguir adelante con los hechos y vicisitudes del día a día, me superan!!!
En esos momentos me gustaría poder compartir con alguien las cosas; o al menos sentirme apoyada y contenida...
Yo sé que mis afectos estuvieron... pero ustedes saben a qué me refiero... no es necesario que lo aclare (ni tampoco tengo ganas hoy de escribir al respecto).
"Mañana será otro día", como dice el dicho... pero por ahora, y hasta nuevo aviso, me quedo en el refugio de mi bunker... preciso recuperar fuerzas para seguir adelante... porque me queda mucho por avanzar... me queda mucho camino por recorrer... pero un descanso en el camino nunca viene mal...
Lo que sí, espiritualmente, me siento con una importante paz interior, estoy en paz y bien conmigo misma... Con eso me quedo hoy...

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