jueves, 20 de enero de 2011

Hoy tocó bajón...

Sin fuerzas, sin ganas, superada, agotada, cansada, angustiada, deprimida...
Hoy tocó bajón...
Caminando en una cuerda fina sobre un gran precipicio, no es la primera vez que me encuentro en estos "lares", intentando mantenerme en un frágil equilibrio sin encontrar el rumbo...
He recorrido este camino varias veces en mi vida, pero más asiduas mis visitas han sido en los últimos dos años...
Son lugares que detesto... Intento escaparles... Pero las tormentas vienen y en medio de los huracanes me veo arrastrada hacia allí una y otra vez... Pero me resisto y eso es lo que me permite seguir... Aunque hoy no es el caso...
Para quienes padecemos alguna patología, del tipo que sea, nos es difícil aceptar la realidad y enfrentarnos en el día a día a que nuestra vida es especial... No vivimos las situaciones cotidianas de la misma manera que los demás... Lo más simple se puede tornar extremadamente complejo...
Buscamos ayuda... pegamos manotones de ahogado... pero los únicos que nos podemos salvar somos nosotros mismos...
En mi caso particular, situaciones de la vida diaria que para otros son llevaderas, a mi me abruman...
Cambios que la vida nos depara, son auténticos torbellinos que me hunden en un mar tormentoso...
Hace muchos años que tengo claro que es algo con lo que voy a tener que lidiar de por vida...
En los momentos más complicados, he aprendido a buscar ayuda aunque eso no impide mis momentos de aislamiento y que me encuentre así...
No impide que llegue a puntos como el de hoy donde las fuerzas se esfumaron, las lágrimas me invaden y nada tiene sentido...
Hoy no veo el rayo de sol tras la tormenta, porque me encuentro en medio de ella...
Tal vez... y sólo tal vez... mañana será otro día, donde el cielo esté despejado...

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