domingo, 31 de octubre de 2010

La extraño y la necesito...

Por qué no admitirlo? Por orgullo? Por dureza? Por negación?
Sería hipócrita si dijera lo contrario...
Sería mentirosa conmigo misma si no aceptara que la quería...
Tal vez nuestra relación no fue la mejor, no fue la ideal...
Tal vez durante años peleamos una con la otra, intentando cambiarnos...
Pero fuimos y dimos lo que podíamos dar..., fuimos y dimos lo que salía a cada instante...
Yo aprendí a aceptarla... En poco más de 20 días aprendí a disfrutarla... En poco más de 20 días me mostré tal cual era y le dí la oportunidad de conocerme realmente...
En poco más de 20 días tuve una relación que se acerca mucho a lo que sería "normal" entre madre e hija... En poco más de 20 días estuve más cerca de mi madre que nunca...
Y me va a quedar toda una vida de recuerdos...
De lindos recuerdos, porque es con eso con lo que hoy elijo quedarme...
Elijo quedarme con lo que brindé y recibí... Elijo quedarme con lo que me dio y me dedicó...
Elijo quedarme con el recuerdo de su perfume... Elijo quedarme con el gusto de sus comidas...
Elijo quedarme con su espíritu de lucha... Elijo quedarme con sus palabras sabias...
Elijo quedarme con su imagen... Elijo quedarme con su femeneidad...
Elijo quedarme con su frontalidad... Elijo quedarme con su audacia...
Elijo quedarme con la esposa devota y la madre dedicada que fue...
No por eso la idealizo... Todos cometemos errores..., pero el mayor error que podemos cometer es no aprender a perdonar... El mayor error que podemos cometer es cargar con una vida de rencores y malos recuerdos...
Por eso yo elijo quedarme con gratos recuerdos... Elijo quedarme con sus demostraciones de cariño a su manera... Con su preocupación de madre a su manera... Con su forma especial de ser... Con su forma especial de demostrar cuánto nos quería...
Y la extraño... Sí, la extraño... Extraño las charlas..., el café y cigarro compartido...
Extraño los mimos a su manera del día a día... Extraño su protección, a veces excesiva...
Extraño su presencia en nuestras vidas y siento profundamente su ausencia...
Me cuesta creer que no está... Me cuesta aceptar que no va a volver...
Me dan bronca sus decisiones... Pero fue su manera de vivir y de morir...
Y a la distancia reflexiono y pienso que parte de lo que hoy soy, es fruto de su ejemplo...
Con eso elijo quedarme hoy...

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